Aclararon que las patrullas se reanudaron tras una pausa que duró aproximadamente un año, durante la cual sólo se realizó una sola a finales de agosto último.
Las fuentes indicaron que el objetivo de esta medida es evitar cualquier escalada tras la circulación de noticias sobre la intención de las fuerzas estadounidenses de entrar en la región y desplegar allí tropas para apoyar a las milicias separatistas del grupo “Fuerzas Democráticas de Siria” (FDS), aliadas de Washington.
La patrulla estaba conformada de ocho vehículos militares turcos y otros ocho rusos mientras dos helicópteros rusos protegieron la columna que recorrió las aldeas de Jarqli Fawqani, Bandar, Meshko, Quli, Susan, Buba, Qaran y Jarqli.
Se espera la intensificación de estas patrullas durante el próximo período después de que las dos partes alcanzaran acuerdos para evitar cualquier escalada que pudiera dar al ocupante estadounidense un pretexto para entrar.
A principios de agosto pasado, la policía militar rusa y el ejército sirio establecieron una base militar en la frontera con Turkiye cerca de Kobani para supervisar el alto el fuego y evitar que Ankara lance una operación para acabar con las milicias kurdas en la zona.
Los militares turcos están desplegados en las provincias de Idlib, Alepo y Raqa sin la aprobación del gobierno sirio, mientras que Rusia se empeña en tomar medidas sobre el terreno y lograr un acercamiento y normalización de las relaciones entre Ankara y Damasco para contener la posible expansión de la presencia ilegal de Estados Unidos.
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