Aguilera mostró gran estabilidad durante toda la competencia, al abrir con el segundo mejor envío (61,29 m), que constituyó marca personal y récord regional para Norte, Centroamérica y el Caribe, registro inicial únicamente inferior al logrado en su apertura por el británico Daniel Pembroke (68,39 m).
Pero en la tercera ronda le sobrepasaron el español Héctor Cabrera (62,04) y el iraní Ali Pirouj, quien consiguió personal de 69,74 m, pero vio como Pembroke mantenía la cima con espectacular lanzamiento de 71,15 m, válido para nuevo récord mundial y paralímpico.
Aguilera, oriundo de la oriental provincia cubana de Holguín, no se amilanó y respondió con nuevo primado personal de 62,51 m, para así volver a entrar en podio, lugar que ya no perdería, para conquistar un valioso metal bronceado, que supera el cuarto lugar alcanzado por él en la edición anterior de Tokio 2020.
Pembroke, también monarca paralímpico en la capital japonesa (69,52 m), pese a tener prácticamente asegurada la presea dorada desde el tercer intento, quiso ratificar su superioridad al mejorar su récord del orbe y de la competencia, con un proverbial envío de 74,49 m al cerrar la cuarta ronda de lanzamientos.
El iraní Pirouj finalizó con el metal plateado, igual posición alcanzada en la urbe nipona, donde escoltó a Pembroke con 64,30 metros. Su compatriota Sajad Nikparast, veterano de 37 años y doble subtitular paralímpico en Londres 2012 y Rio 2016, concluyó quinto (60,44) por detrás del español Cabrera, bronce en Tokio 2020 y cuarto acá en el Stade de France.
lam/jcm