De acuerdo con el reporte de ABC News, un joven de 15 años recibió un disparo mortal ayer en un aparente altercado en el baño de la Joppatowne High School en Joppa, Maryland, y el sospecho es un estudiante de 16 que ya fue detenido.
La víctima fue identificada como Warren Curtis Grant, quien fue sacado del baño por otros estudiantes y luego atendido por enfermeras de la escuela y el director, dijo el alguacil del condado de Harford, Jeff Gahler, en una conferencia de prensa.
El muchacho fue trasladado en avión a un centro de traumatología, donde murió poco después, anunció Gahler en una segunda conferencia de prensa.
Más de 100 agentes de policía respondieron a la escena en Joppa, a unos 56 kilómetros al noreste de Baltimore, agregó Gahler.
«Estamos devastados por ser parte de este terrible grupo de escuelas que han experimentado cosas como esta», lamentó el superintendente de las Escuelas Públicas del Condado de Harford, Sean Bulson.
«Haremos todo lo que podamos, trabajando con esta comunidad, para asegurarnos de que esto no vuelva a suceder jamás».
El miércoles, Colt Gray, de 14 años, abrió fuego con un fusil AR 15 en la escuela secundaria Apalashee en Winder, Atlanta, capital de Georgia, provocando la muerte de cuatro personas, dos estudiantes y dos maestros, en una balacera que ocasionó además nueve heridos.
La violencia con armas de fuego es la epidemia que está desangrando este país, advirtió en su momento el presidente Joe Biden, quien tras el tiroteo en la escuela de Georgia volvió a abogar por el control de estos artefactos y reclamó acción al Congreso.
«No podemos seguir aceptando esto como normal», expresó Biden. «Lo que debería haber sido una alegre temporada de regreso a clases en Winder, Georgia, ahora se ha convertido en otro recordatorio horrible de cómo la violencia con armas de fuego continúa destrozando nuestras comunidades», subrayó.
Un elemento llamativo aquí, cada vez que surgen detalles de tiroteos masivos y otros hechos con armas de fuego, es la juventud de los atacantes.
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