No correremos más, pero nos vamos felices y satisfechos, dijo a la prensa cubana la estelar velocista de 32 años, después de recibir su medalla de oro en el Stade de France, donde cruzó la meta del doble hectómetro en 23.62 segundos.
Acompañada por su guía Yuniol Kindelán, Durand declaró sentirse muy emocionada y nostálgica, al recordar su brillante trayectoria.
Son lágrimas de alegría y también de nostalgia, porque es lo que hemos hecho toda la vida: correr, afirmó la estelar deportista nacida en la oriental ciudad de Santiago de Cuba, ganadora también de la corona en los 100 y 400 metros en los Juegos Paralímpicos de la capital francesa.
Durand, dueña además de 14 preseas doradas en Campeonatos Mundiales y 12 en Parapanamericanos, adelantó que emprenderá nuevos caminos, en los que mostró confianza en resultar igualmente exitosa.
Por su parte, Kindelán manifestó satisfacción por la carrera de la dupla pletórica de galardones en el deporte rey.
Empezamos como los mejores y terminamos siendo los mejores, sentenció.
La undécima medalla de oro paralímpica de la antillana llevó a Cuba al puesto 23 del medallero, con seis títulos, tres plateadas y una de bronce, en una cita estival que culminará mañana.
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