Mientras vacunamos a los niños contra la poliomielitis, muchas otras enfermedades continúan propagándose en el territorio, señaló en X el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (Unrwa).
“Los montones de basura se acumulan cada vez más cerca de las tiendas de campaña y los refugios. Las aguas residuales siguen inundando las calles” del territorio, subrayó.
Unrwa también afirmó que el acceso a los productos de higiene es cada vez más limitado y calificó de inhumanas las condiciones sanitarias en la región, bajo ataque israelí desde hace 11 meses.
La institución renovó su llamado a un alto el fuego que permita otorgar un respiro a los más de dos millones de gazatíes.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo denunció el pasado mes el colapso del sistema de saneamiento en Gaza debido a la guerra, lo cual causó una crisis humanitaria sin precedente.
Allí los residuos se acumulan en más de 140 sitios de vertido temporales que causan graves riesgos a la salud humana y al medio ambiente, advirtió la institución en la red social X.
También la Autoridad Palestina de Calidad Ambiental alertó sobre la propagación de enfermedades transmitidas por el agua contaminada, entre ellas el cólera y la diarrea crónica.
Según cifras oficiales, 1,7 millones de gazatíes sufrieron enfermedades infecciosas desde el inicio del actual ciclo de violencia, en octubre del pasado año, entre ellos 71 mil casos de hepatitis viral.
La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios estima que el 67 por ciento del sistema de agua y saneamiento fue destruido en la Franja desde entonces.
mem/rob