La ministra Susana Muhamad explicó que con la mentada estrategia se busca disminuir el tamaño de la población de estos mamíferos, y prevenir y mitigar sus impactos generados sobre las comunidades locales y los ecosistemas.
Las medidas adoptadas hasta ahora son la translocación, la esterilización quirúrgica y el confinamiento y, como último recurso, la eutanasia, bajo altos estándares de bienestar animal.
En ese sentido, la funcionaria detalló que cada directriz se irá implementando hasta agotar su efectividad, pues el propósito es frenar la reproducción de los hipopótamos en el país.
“Hay una primera estrategia, que es la esterilización, pero con fines de traslocación y con fines de frenar su avance. Sabemos que esa no es una estrategia temporal y complementaria, pero hay dos estrategias principales, que son es la traslocación y la otra, que es la eutanasia, que tenga el contexto del bienestar animal”, declaró.
Afirmó además que ya se trabajó en los protocolos de traslado y eutanasia, y en este momento se terminan varias negociaciones internacionales para llevar hacia otros sitios un número importante de hipopótamos.
La ministra añadió que, de acuerdo con el estudio realizado por el Instituto Humboldt y la Universidad Nacional, en el país hay actualmente 169 ejemplares y que, de no tomarse medidas contundentes para su control, esta población crecería a mil individuos en 2035.
Los hipopótamos, originarios de los ríos de la sabana africana y de África Central, fueron introducidos en Colombia por el narcotraficante Pablo Escobar (1949-1993) hace más de tres décadas.
Debido a que casi no tiene depredadores naturales, creció la manada original de tres hembras y un macho; y actualmente Colombia constituye el único caso en el mundo donde se encuentran como especie exótica naturalizada en ecosistemas naturales.
De acuerdo con expertos, ya colonizaron el Río Magdalena, un importante afluente que nace en el suroeste de la nación sudamericana.
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