El responsable de Matignon tiene la encomienda del presidente Emmanuel Macron de buscar consensos, pero ya el bloque de la izquierda Nuevo Frente Popular, integrado por socialistas, insumisos, ecologistas y comunistas, descartó ser parte de su gabinete y anunció que lo censurará.
Decenas de miles de personas salieron el sábado a las calles de Francia para denunciar la designación de Barnier, que consideran un golpe a la democracia y un desconocimiento del resultado en las urnas.
La izquierda, principal promotora de la movilización, reclama el derecho de gobernar, al ser la lista que más diputados logró (193) en las elecciones legislativas de julio, aunque lejos de la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, fijada en 289.
Por su parte, el partido identificado con la extrema derecha Agrupación Nacional (RN), liderado por Marine Le Pen, asegura que vigilará de cerca la gestión del primer ministro, sin apurarse en votar una moción de censura que lo derribe.
Desde el nombramiento del experimentado político, otrora negociador europeo para el Brexit, en el Nuevo Frente Popular expresa el criterio de que con esa decisión Macron entregó las llaves del poder a Le Pen, acusándolo de llegar a un acuerdo con ella.
Si RN y sus 123 diputados, que pudieran rondar los 140 con aliados conservadores, se suman a la censura del primer ministro, este caería temprano.
Barnier conversará este lunes en Matignon con el grupo de centro Libertad, Independientes, Ultramar y Territorios, en otra jornada de consultas.
La víspera, recibió a los aliados del oficialismo, los partidos Horizontes y Movimiento Demócrata, encabezados por el ya candidato presidencial para el 2027 Édouard Philippe y François Bayrou, respectivamente.
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