Desde enero hasta mayo de 2024, sin embargo, se registró una aparente desaceleración del 18 por ciento de los hogares salvadoreños que aún tienen intenciones de salir del país con dirección a Estados Unidos, tal vez, opinan analistas, a causa de los cierres en la frontera sur estadounidense.
El sitio estadounidense Diálogo Interamericano, luego de algunas investigaciones, concluyó que se mantienen, sin embargo, las intenciones migratorias en busca de mejores condiciones de vida e ingresos.
Ese centro de análisis e intercambio político valoró la situación en que se encuentra cada país de América Latina y el Caribe tomando como referente las remesas familiares y el interés de la población en migrar.
El muestreo encontró que la población de El Salvador está al frente de la lista de los que buscan mejores condiciones afuera por encima de Honduras, Nicaragua y Guatemala.
Aunque se anticipa que en 2024 se dará un menor aporte y crecimiento de las remesas de los salvadoreños con relación a sus vecinos, las intenciones de irse del país, en especial de personas que trabajan en el campo y en la economía informal se mantienen en alza.
En esos sectores, o sea en la agricultura y en la ocupación informal, se ubica el 80 por ciento de la población, las más mal remuneradas y con menos estabilidad en su labor.
Pese a informes oficiales que aseguran la migración se ralentizó y ahora muchos salvadoreños quieren regresar al país, los datos muestran otra tendencia.
Entre enero y julio de este año, 32 mil 530 salvadoreños cruzaron la frontera de forma irregular, precisa la investigación.
De acuerdo con Diálogo Interamericano, el 48 por ciento de los migrantes que llegan a la frontera sur son adultos solteros o que viajan solos, el 36 por ciento llegan en grupos familiares, mientras que el 16 por ciento son menores de edad no acompañados que exponen sus vidas en la ruta a Estados Unidos.
Agrega la publicación que los factores que impulsan a una persona migrar se relacionan
con la inestabilidad provocada por la economía informal, el desempleo, ingresos menores a 400 dólares y el trabajo en la agricultura, seguidos por otras condiciones sociales.
Estadísticas citadas por las autoridades migratorias de México, el país de tránsito final hacia territorio estadounidense, indican el paso de 782 mil 176 migrantes irregulares detectados en todo 2023, cuando este flujo subió un 77 por ciento anual, una cifra que no incluye a los miles que burlaron los controles.
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