Al presentar a la prensa nacional y extranjera el informe más actualizado sobre los efectos del cerco estadounidense, recordó que esa política ha ocasionado en seis décadas afectaciones superiores al billón 499 mil 710 millones de dólares.
Recordó que el Memorando elaborado en 1960 por el entonces vicesecretario de Estado asistente para los Asuntos Interamericanos, Lester Mallory, que es la base del cerco estadounidense, plantea claramente el propósito de rendir al país por hambre y necesidades, ante la imposibilidad de restar apoyo al Gobierno revolucionario.
El canciller señaló que el impacto del cerco es visible en todo el país, lo sorprendente –apuntó- es que esta pequeña isla haya construido una inmensa obra social y pudiera enfrentar, incluso, la pandemia de la Covid-19 en medio del recrudecimiento sin precedentes de esa unilateral política.
Resaltó, asimismo que en días recientes voceros de Estados Unidos han reconocido la amplitud de las sanciones, que la ubican como la más abarcadoras, completas y complicadas que haya enfrentado nación alguna en la historia.
Señaló que las excepciones para su aplicación no constituyen una disminución de su alcance, y se deben a la lucha de sectores de la sociedad estadounidense, como el de los agricultores para conseguir licencias para venta de alimentos.
Sobre ese aspecto, denunció que el bloqueo infringe leyes internacionales y violenta el comercio al impedir el acceso a créditos, obstaculizar la transportación internacional, y perseguir las transacciones financieras de la isla.
Las ventas de alimentos en Estados Unidos a Cuba –dijo- son discriminatoritas y selectivas; obligan a pagar por adelantado el monto completo de los envíos, prohíbe los créditos, incluso privados, así como la transportación de esos alimentos en barcos que no sean norteamericanos, por lo cual se ven obligados a regresar vacíos, con el consecuente incremento de los fletes.
Resaltó que esos suministros requieren autorización del Gobierno de Estados Unidos, por lo que ese país no puede considerarse un socio comercial, ni puede aceptarse la idea mendaz de que esos montos son grandes y crecen.
Si Estados Unidos flexibilizara estas ventas las compras cubanas podrían ser grandes pero eso no ha ocurrido a pesar del reclamo de los productores y comerciantes estadounidenses, aseguró.
En canciller afirmó que la arbitraria inclusión de Cuba en la lista del Departamento de Estado de países que supuestamente patrocinan el terrorismo profundiza las dificultades y afecta sensiblemente a las familias cubanas.
Cuba es víctima del terrorismo que se organiza y financia desde territorio de Estados Unidos, apuntó.
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