En un comunicado divulgado por su portavoz, el alto representante exigió una investigación independiente y exhaustiva para garantizar la rendición de cuentas.
El incidente dejó al menos seis miembros de la Agencia de la ONU para Refugiados Palestinos (Unrwa) muertos, lo que elevó a 220 el número de trabajadores de Naciones Unidas víctimas del conflicto en Gaza.
“La continua falta de protección efectiva de los civiles en Gaza es inadmisible”, remarcó Guterres al reclamar protección para los civiles y a la infraestructura de la que dependen y satisfacer las necesidades esenciales de los civiles.
El titular del organismo pidió además a las partes abstenerse de utilizar las escuelas, los refugios o las zonas circundantes con fines militares.
“Todas las partes en el conflicto tienen la obligación de cumplir en todo momento el derecho internacional humanitario”, reclamó
La agresión aérea impactó la escuela New Nuseirat, ubicada al centro del enclave y atacada por quinta ocasión desde el inicio del conflicto.
Según las autoridades de Tel Aviv, el operativo tenía como objetivo un centro de mando de Hamas dentro del edificio.
“Las instalaciones de la ONU nunca deben ser atacadas, ni deben ser utilizadas por ningún grupo o fuerza desde la que lanzar actividades militares”, aseveró el miércoles el portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric en respuesta a esas afirmaciones.
Poco después, la Unrwa confirmó la muerte de seis de sus miembros, entre ellos, el director del refugio y otros integrantes del equipo.
El ataque aéreo dejó mayor número de víctimas fatales entre el personal de la Agencia en un solo incidente desde el 7 de octubre.
“Nadie está a salvo en Gaza. Nadie se salva. Las escuelas y otras infraestructuras civiles deben estar protegidas en todo momento, no son un objetivo”, indicó la que es considerada la columna vertebral de la ayuda humanitaria en Gaza.
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