El presidente del Distrito 751 de la Asociación Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales (IAM), Jon Holden, al anunciar el paro se refirió a «prácticas laborales injustas» y una «conducta discriminatoria, interrogatorios coercitivos, vigilancia ilegal y tuvimos promesas ilegales de beneficios».
«El mensaje fue claro: el acuerdo tentativo al que llegamos con la dirección de IAM no era aceptable para los miembros», expresó por su parte la compañía en un comunicado.
«Seguimos comprometidos a restablecer nuestra relación con nuestros empleados y el sindicato, y estamos listos para volver a la mesa para llegar a un nuevo acuerdo», añadió.
Stephanie Pope, directora ejecutiva de la unidad de aviones comerciales de Boeing, informó a principios de esta semana que el acuerdo tentativo era el «mejor contrato que hemos presentado».
La propuesta tentativa incluía aumentos salariales del 25 por ciento y otras mejoras en los beneficios de salud y jubilación, pero el sindicato solicitó incrementos de alrededor del 40 por ciento.
Según el convenio, Boeing prometió construir su próximo avión comercial en el área de Seattle, un intento de ganarse a los trabajadores después de que la empresa trasladara la producción del 787 Dreamliner a una fábrica no sindicalizada en Carolina del Sur.
De aprobarse, habría sido el primer contrato totalmente negociado para los maquinistas de Boeing en 16 años.
El impacto financiero final de esta huelga dependerá de cuánto dure. Las acciones de Boeing cayeron este viernes un cuatro por ciento en las operaciones previas al mercado.
Los analistas creen que de extenderse por 30 días esta huelga podría representar una pérdida de mil 500 millones de dólares para Boeing.
La producción de la empresa -que tiene una deuda creciente- no ha cumplido las expectativas mientras busca eliminar defectos de fabricación y enfrenta otros problemas.
A principios de año un grave incidente en un Boeing 737 Max 9 de Alaska Airlines que perdió una puerta en pleno vuelo, provocó un escrutinio federal adicional a la producción del fabricante.
La IAM es uno de los sindicatos más grandes y diversos de Norteamérica, y representa aproximadamente a unos 600 mil miembros activos y jubilados en las industrias aeroespacial, de defensa, aerolíneas, ferrocarriles, tránsito, atención médica, automotriz y otras.
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