En un interminable proceso planteado debido a los índices de violencia en el país, el presidente del Legislativo, Nery Ramos, decidió cerrar la sesión apenas Gustavo Cruz advirtió que no estaban en la sala los 94 diputados exigidos por Ley para estos casos.
El titular de la cartera de Interior alcanzó el jueves pasado a completar las 20 interrogantes básicas, pero hubo nueve adicionales y ocho repreguntas.
La Junta Directiva del Parlamento se vio precisada luego a interrumpir el también llamado juicio político por falta de quórum.
Jiménez llegó a la convocatoria inicial el 25 de julio último y no pudo comenzar porque la participación de parlamentarios iba contra lo establecido.
El 6 de agosto logró responder solo tres preguntas cuando la sesión se suspendió nuevamente por las ausencias, en un patrón recurrente desde entonces cada jueves programado.
La agenda del Congreso comprendía además este día, si concluía la primera interpelación, el inicio del mismo proceso contra el canciller Carlos Ramiro Martínez.
El Congreso tiene pendiente el juicio contra el ministro de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda Félix Alvarado; así como el de la titular de Cultura y Deportes Liwy Grazioso.
El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, respaldó días atrás la labor de estos funcionarios y calificó de absurdo que el canciller esté atrapado por una interpelación sin sentido.
Recordó que estos no pueden salir de la nación mientras estén en tal situación, lo que los tiene prácticamente arraigados, subrayó el abanderado del partido Movimiento Semilla.
El mandatario viajará este sábado a la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, para asistir a la Asamblea General de las Naciones Unidas, sin el ministro de Relaciones Exteriores.
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