Según la Agencia Nacional de Noticias, un avión de combate enemigo F-35 lanzó cuatro misiles contra un edificio civil en la referida zona y causó pérdidas humanas, incluidos niños.
Ambulancias, vehículos de la Cruz Roja y de extinción de incendios de la Defensa Civil acudieron al lugar del ataque para transportar a los heridos, en medio del despliegue del ejército.
Las Fuerzas de Defensa de Israel reconocieron la incursión en la zona de Beirut y señalaron que más adelante publicarán los detalles.
El acto hostil ocurrió días después de los ataques terroristas electrónicos que provocaron más de 30 muertos y una cifra superior a los tres mil heridos entre martes y miércoles.
Esta es la tercera incursión aérea de las fuerzas israelíes contra los suburbios sur de Beirut desde el comienzo de la batalla palestina Diluvio de Al-Aqsa el 7 de octubre pasado.
La agresión israelí sucede horas previas de una sesión en el Consejo de Seguridad de la ONU para abordar la situación en Líbano tras la explosión de miles de dispositivos electrónicos en varias regiones del país.
En este contexto, el primer ministro interino, Najib Mikati, reclamó la necesidad de una postura firme del Consejo de Seguridad de la ONU para detener la agresión israelí y la guerra tecnológica contra Líbano.
Al condenar el acto criminal, Mikati enfatizó que la primera responsabilidad en este contexto recae en la comunidad internacional, que debe disuadir a Israel de su agresión.
En un discurso ayer sobre los recientes acontecimientos, el secretario general de la Resistencia de Líbano (Hizbulah), Hassan Nasrallah, calificó de acto de genocidio y masacre la operación terrorista de Israel, que equivale a una declaración de guerra.
Nasrallah enfatizó la continuidad del frente de batalla hasta que cese la agresión israelí contra Gaza, «independientemente de los sacrificios, las consecuencias, las posibilidades y los horizontes».
Esta mañana, Hizbulah disparó más de 100 cohetes Katyusha hacia cuarteles israelíes en la zona del Golán sirio ocupado y Galilea, en respuesta a las agresiones enemigas contra aldeas del sur.
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