Usuarios afirman que el valor de lo que compran en estos puestos se duplicaría si adquirieran los productos en otros centros comerciales de abastecimiento.
«He hecho lo mejor, porque aquí hallamos lo que nosotros consumimos a precios bien bajos. Se ahorra bastante, porque en el mercado está todo caro», afirmó una salvadoreña citada por el Diario El Salvador, al adquirir productos por cerca de 10 dólares que en otros lugares le saldrían en 20.
Ella es una de los miles de salvadoreños que ahorran hasta un 50 por ciento al comprar en los agromercados que impulsa el gobierno para proteger la economía familiar, especialmente la de los hogares más vulnerables.
No obstante, hay dudas sobre hasta cuándo se podrá mantener esta iniciativa, pues el país importa gran parte de lo que se vende en estos lugares, mientras la agricultura local, según críticos, está abandonada.
Los que importan para vender señalan que están recibiendo “los productos frescos y de calidad” directamente del productor, lo que ayuda a que tengan un precio justo. No hay intermediarios, aseguran, lo que redunda en poder ofertar a precios menores.
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