Esta pieza del arte popular es pura cultura y tradición, cuyos colores, formas y detalles varían según cada región del país.
Declarada por el Gobierno sandinista desde 2023 como Patrimonio Inmaterial, Artístico y Cultural de Nicaragua, esta prenda era originalmente de manta cruda, pero con el desarrollo de la industria y la sustitución de la manta por el poplín o el dacrón y la seda, comenzó a cambiarse una tela por otra.
Refiere el folklorista nicaragüense Ronald Abud que quienes confeccionaban esos trajes fueron agregando mangas, más vuelos y adornos hasta conformar una manifestación que le otorgó más identidad a la pieza.
La palabra huipil proviene del nahuatl huipilli, que significa vestido decorado y, según escritos, si bien esa vestimenta se encuentra hoy día en cualquier parte del país, tiene su cuna en la ciudad de Masaya, al sur de Managua.
Se trata de un vestido adornado de fiesta patronal o tradicional, representativo de la cultura de un pueblo, un municipio, una localidad o una ciudad.
Cuentan que el huipil más típico, mantenido de generación en generación desde el siglo antepasado, es el de las Inditas de Monimbó en Masaya.
En la prensa femenina, tanto la blusa como la falda van enjaretados. Debajo de la saya lleva un fustán (tela gruesa de algodón) blanco que no llega a sobresalir y la camisa es de escote cuadrado y semi redonda con manga empopada.
Otro detalle del huipil para las mujeres es que usan alrededor del cuello un rebozo negro de más de un metro de largo. Además, de los cabellos entrenzados prenden flores típicas, entre ellas la de sacuanjoche (flor nacional).
Puede ser de distintos colores y se usa planchado y almidonado. En Monimbó algunos colores del huipil tienen significados, por ejemplo, la mujer que viste con uno de color blanco y rebozo negro es para asistir a la iglesia a misa o algunas ceremonias.
El de color crema simboliza la pureza y castidad, y por lo general lo utiliza la joven monimboseña para contraer matrimonio, mientras el huipil trencillado en la blusa y la falda lo visten en fiestas patronales o tradicionales.
Entre los colores destacan el rojo, amarillo, verde, morado, azul, rosado, café, celeste, entre otros. El traje se complementa con caites (sandalias) de cuero o baqueta y un rebozo de color negro.
El varón lleva cotona de manga a tres cuartos que puede ser blanca o de un color vivo como verde, rojo, azul, amarillo, rosado y celeste, entre otros. Para su confección actual se emplea tela de dacrón, lleva tres paletones en el pecho a la derecha, izquierda y en la espalda.
En sus distintas formas, el huipil es un retrato de la historia de Nicaragua y representa las variadas y ricas expresiones culturales de la identidad nacional.
(Tomado de Orbe)
