Desde esta mañana, las fuerzas israelíes bombardearon en Líbano barrios residenciales, incendiaron bosques y asesinaron sin piedad a la población civil, incluidos mujeres y paramédicos.
El ejército de Tel Aviv ejecutó más de 150 incursiones contra aldeas sureñas hasta Saida, a 44 kilómetros de la capital, y en el noreste en la Bekaa.
Las fuerzas israelíes emplearon en el ataque más de cien aviones de combates e incluyeron nuevas localidades en la Bekaa entre ellas Harbata, la zona de Baoul en las tierras altas de Hermel, Zboud y sus alturas circundantes y Bodai.
En medio de la hostilidad y el desplazamiento en el país, el exministro y candidato a la presidencia de Líbano Suleiman Franjieh, enfatizó en la necesidad de la solidaridad nacional.
Algunas escuelas en Monte Líbano, Chouf, Baabda y Beirut comenzaron a recibir a personas y se convertirán en centros de refugio, confirmó el ministro de Educación, Abbas Al-Halabi, a la televisora nacional LBCI.
En este contexto, los cohetes de la Resistencia de Líbano (Hizbulah) alcanzaron el cuartel general de reserva del Cuerpo del Norte, la base de reserva de la División Galilea y sus depósitos logísticos en la base Amiad, así como los complejos industriales militares Rafael en la zona de Zvulun al norte de Haifa.
Mediante declaraciones separadas, Hizbulah anunció los ataques contra los principales almacenes de la región norte de la base de Nimra y el cuartel general del batallón de cohetes y artillería en el cuartel de Yoav.
Según el corresponsal militar del sitio web hebreo Walla, Hizbulah está ampliando el alcance de lanzamiento de cohetes hasta 120 kilómetros.
El Canal 12 hebreo reflejó la caída de cohetes en los Altos del Golán sirio ocupado, en Kadita, Birya, Elkaim, Tivon y la zona industrial de Yokneam, además las sirenas sonaron en Galilea Central, al oeste del lago Tiberíades.
La Fuerza Provisional de las Naciones Unidas (Unifil) expresó su profunda preocupación por la seguridad de los civiles en el sur, a la luz de la campaña de bombardeos israelíes más intensa desde el pasado mes de octubre.
El Teniente General Aroldo Lázaro, jefe de la Misión señaló la continuidad de los contactos con las partes libanesas e israelíes e insistió en la urgente necesidad de reducir la escalada.
Los ataques a civiles no solo son violaciones del derecho internacional, sino que pueden constituir crímenes de guerra, expresó la Unifil.
De acuerdo con el experto militar libanés General Al-Duwairi, Hizbulah es la columna vertebral del eje de la Resistencia en la región y sus capacidades son muy altas con 100 mil combatientes.
El oficial enfatizó que la Resistencia libanesa todavía tiene las cartas en la mano, y no se puede negar lo que hizo con los yemenitas y los iraquíes en apoyo a Gaza, y todavía está manejando la batalla de manera brillante.
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