El máximo responsable de Naciones Unidas advirtió por el gran número de víctimas civiles, incluidos niños y mujeres en territorio libanés, así como miles de personas desplazadas, en medio de la campaña de bombardeos israelí más intensa desde octubre pasado.
Guterres expresó profunda preocupación por la seguridad de los civiles a ambos lados de la Línea Azul, incluido el personal de las Naciones Unidas, mientras la Oficina Especial de la ONU para el Líbano y la Fuerza de Paz en ese país trabajan para reducir las tensiones.
El texto reiteró la urgente necesidad de una distensión inmediata y pidió concentrar todos los esfuerzos a una solución diplomática.
Asimismo, recordó a todos los actores su responsabilidad de garantizar la seguridad de todo el personal y los activos del organismo.
Este lunes, la ONU confirmó que su coordinadora especial para el Líbano, Jeannine Hennis-Plasschaert, viajó a Israel para analizar la situación más reciente con representantes de Tel Aviv.
A la par, el jefe de Misión de paz, Aroldo Lázaro, mantiene contacto con las partes libanesas e israelíes, haciendo hincapié en la necesidad urgente de reducir la escalada.
“Se están realizando esfuerzos para reducir las tensiones y detener los bombardeos”, dijo a la prensa Stéphane Dujarric, portavoz de Guterres.
No existe una solución militar que haga que ninguna de las partes esté más segura, insistió el vocero durante una sesión informativa en la sede de Naciones Unidas en Nueva York.
La ONU insistió en la necesidad de “dar margen” a los esfuerzos diplomáticos mientras permanece en juego el bienestar de los civiles a ambos lados de la Línea Azul.
Todas las partes implicadas en este conflicto deben cumplir con sus responsabilidades de proteger a los civiles y garantizar la seguridad de todo el personal y los activos de las Naciones Unidas, remarcó al respecto el portavoz.
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