Los modelos de pronósticos señalan que el sistema de tormentas se intensificará y convertirá en un huracán de categoría 3 y de “aterrizar” lo haría a lo largo del Panhandle de Florida o el área de Big Bend, la noche del 26 de septiembre.
La costa noreste del Golfo, incluida la franja de Florida y partes de la costa oeste del estado, desde Panama City hasta Tampa, deben prepararse para una eventual marejada ciclónica muy peligrosa, vientos huracanados e inundaciones repentinas en los próximos días.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, en previsión del fenómeno, declaró emergencia en 41 de los 67 condados del estado.
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