Durante una concurrida conferencia de prensa en el contexto de la semana de alto nivel de la 79 Asamblea General, el mandatario sudamericano llamó a promover un cambio en la gobernanza global sin dejar de lado a las Naciones Unidas, un ente que consideró esencial.
“La ONU tenía mucha fuerza cuando creó un Estado israelí pero ahora no tiene fuerza suficiente para crear uno palestino”, subrayó.
Lula reiteró su apoyo a un cese al fuego en Gaza y advirtió por el complejo contexto en desarrollo en el Líbano, por lo que instó a los países con influencia para poner fin a lo que calificó como un genocidio.
Mientras algunos países se esfuerzan por hacer del mundo un lugar mejor, otros están matando gente; no hay explicación para esto, condenó el jefe de Estado brasileño.
A juicio del mandatario, resulta imposible que la humanidad asuma con normalidad lo que ocurre en lugares como Gaza, Sudán y Cisjordania.
Por ello, insistió, es necesario que la ONU retome su papel y se concrete la creación del Estado de Palestina para que ambas partes vivan en armonía.
Este martes, la presidencia brasileña del G20 convocó por primera ocasión a un debate ministerial abierto del grupo en la sede del organismo con la participación de representantes de todo el planeta.
Durante el evento, el influyente bloque adoptó formalmente un Llamado a la acción sobre la reforma de la gobernanza global, una propuesta que busca comprometer a esas naciones con el fortalecimiento del sistema multilateral y la transformación y modernización de las principales organizaciones internacionales.
Al intervenir en el encuentro, Lula dijo que la reunión era coherente con la creencia fundamental de que las Naciones Unidas “son y deben seguir siendo el corazón del sistema multilateral”.
El líder instó a la acción frente a las disparidades económicas al recordar que en 2022, la diferencia entre las cantidades pagadas por los países del Sur a los acreedores extranjeros con respecto a las que recibieron fue de 49 mil millones de dólares.
“De estos países sale más dinero del que entra. Los impuestos a los súper ricos son la forma de combatir la desigualdad y redirigir los recursos a las prioridades de desarrollo y la acción climática”, afirmó.
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