En total, durante los combates en la línea de operaciones de Kursk, el enemigo perdió, además de las bajas en efectivos, 130 tanques, 62 vehículos de combate de infantería, 95 blindados de transporte de tropas, y 824 de combate, señala el comunicado del ente castrense.
Además, fueron destruidos 525 automóviles, 142 piezas de artillería; 31 lanzacohetes múltiples, incluidos ocho lanzacohetes múltiples estadounidenses Himars y seis MLRS; ocho lanzamisiles antiaéreos; cinco vehículos de transporte de carga y 35 estaciones de guerra electrónica.
En la última jornada, las fuerzas ucranianas perdieron más de 340 soldados y 12 vehículos blindados, 11 automóviles y cuatro piezas de artillería.
Por su parte, la aviación rusa bombardeó las reservas de 12 brigadas ucranianas en 18 municipios de la provincia de Sumi, ubicada al otro lado de la frontera.
El pasado 6 de agosto las tropas ucranianas iniciaron una incursión armada en la provincia de Kursk y ocuparon varias áreas, lo que provocó el desplazamiento de más de 130 mil civiles para el día 22. Desde el 9 de agosto, la región vive una situación de emergencia de nivel federal.
El presidente Vladimir Putin, prometió «una digna respuesta» a la provocación de Kiev, al que acusó de disparar indiscriminadamente contra instalaciones civiles, y reafirmó que Rusia logrará todos los objetivos de su operación militar especial en Ucrania.
mem/gfa
