Al intervenir en el Consejo Político de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), reunido en la sede de la ONU, el canciller dijo que la humanidad se encuentra en momentos críticos.
Momentos de una nueva historia y de surgimiento de un mundo más justo, colectivo y solidario; “y como todo parto, el nacimiento de este nuevo orden mundial multipolar sin hegemonía que se impone, es duro, difícil y doloroso”.
Según el ministro, son tiempos también muy peligrosos para la humanidad en que los pueblos dignos, libres y soberanos del planeta se enfrentan a formas viejas y nuevas de agresiones.
“Los fusiles y cañoneras del pasado renacen en nuevas formas de agresiones eufemísticamente denominadas sanciones; son las mismas intervenciones militares y las injerencias perpetuadas por el imperio yanqui en el siglo XIX y XX contra los pueblos dignos que luchamos por la independencia y la autodeterminación”, enfatizó.
En su intervención, Jaentschke manifestó la solidaridad de Nicaragua con Venezuela asediada, codiciada y agredida, y calificó de noble a su pueblo, cuyo único pecado-acotó-ha sido tener una voz digna y compartir de manera incondicional con los pobres y necesitados lo que Dios le entregó por naturaleza.
“Un pueblo y una Revolución comprometida con luchar y defender las causas justas en nuestra región y el mundo. Una Revolución que demostró ante el mundo una victoria popular clara y contundente frente a la colusión desestabilizadora de las oscuras fuerzas del imperio”, destacó.
En ese sentido, el canciller preguntó: ¿Desde cuándo los pueblos dignos y victoriosos tienen que presentar ante autoerigidos procónsules papeles o actas que certifiquen esa arrolladora victoria popular?
“Que aprendan los imperios que las revoluciones solo le rinden cuenta a sus pueblos”, subrayó.
De acuerdo con el jefe de la diplomacia nicaragüense, la Revolución Bolivariana, a través de sus legítimas instituciones y de manera soberana e incuestionable, presentó los “resultados victoriosos de su batalla electoral ante su pueblo y el mundo”.
Al hacer referencia a Cuba, recordó que la nación caribeña enfrenta por más de seis décadas el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos.
Añadió que la isla también enfrenta la arrogancia imperial de pretender designarla como promotora del terrorismo, cuando Cuba es “una de las naciones más amantes y defensoras de la paz promotora del entendimiento pacífico, cuya inmensa solidaridad y amor al prójimo es reconocido por los pueblos del mundo”.
Por otro lado, aludió a la firmeza ante el ALBA-TCP de las naciones del Caribe que en las difíciles condiciones que enfrentan son un testimonio al espíritu de lucha y dignidad.
Nicaragua también ratificó su solidaridad con la causa del pueblo palestino, el cual es agredido por las fuerzas de Israel y continúa la lucha por su independencia, autodeterminación y dignidad nacional.
Calificó de vital la existencia del ALBA-TCP como herramienta para salvaguardar la paz y mantener alta y clara la voz de la dignidad de América Latina y el Caribe.
“Los nicaragüenses heredamos de nuestros antepasados una historia de lucha, nacimos como país luchando por nuestra independencia y autodeterminación, y continuamos fieles a esa herencia por un mundo más justo”, aseveró.
Por último, el canciller señaló que las oscuras fuerzas de la tierra no tienen derecho alguno sobre los procesos, sendas y recorridos de luz, vida y verdad.
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