La ola de excarcelaciones, que alcanza a otros centros penitenciarios del país, es impulsada por el Ministerio de Justicia con el propósito de aliviar el hacinamiento que tienen varias cárceles en la RDC, en particular Makala.
El pasado 2 de septiembre un intento de fuga en ese penal terminó con la muerte de 129 personas, la mayoría de ellos por asfixia en medio de la estampida en una instalación creada para mil 500 personas y donde permanecían alrededor de 15 mil.
Al momento de los hechos el Ministerio ya había comenzado con su plan de descongestionamiento, por lo que el titular de la cartera, Constant Mutamba, no dudó en referirse a los sucesos como un sabotaje a la política del Gobierno.
Sobre las excarcelaciones el portavoz del Ministerio de Justicia, Yves Kisombe, explicó a la prensa, con respecto a los que salen en libertad condicional, que esto solo se aplica a quienes cumplieron tres cuartas partes de la condena impuesta por el tribunal.
Subrayó que la operación continuará hasta que se respete la ley en materia de detención y apuntó que entre los liberados hay muchos que corresponden a detenciones irregulares.
Acerca del particular refirió que en Makala hay muchos detenidos que aún no recibieron un juicio y una condena, y esa violación de los procedimientos lo convierte en una detención ilegal.
Estas declaraciones podrían avivar la polémica entre el Ministerio de Justicia y los Magistrados, a quienes Mutamba incluso acusó de ser responsables del intento de fuga en la prisión central en Kinshasa.
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