Según manifestó el embajador uruguayo en esta capital, Álvaro Fernando Barba, esa actividad económica, trascendente para los Estados en desarrollo, es una herramienta muy eficaz para preservar y divulgar el patrimonio intangible de los países.
Es importante proyectar y desarrollar programas turísticos como espacios o plataformas para proteger las culturas, que definen y unen a los pueblos, aseguró el diplomático durante una velada organizada en el hotel Iberostar Grand Packard.
Por ello, estamos reunidos, porque creemos en las posibilidades de unir los pueblos a partir del turismo, la gastronomía, las costumbres y prácticas que identifican a los países e integran el intercambio cultural producido en los destinos turísticos, expresó.
Barba, por otra parte, reseñó las oportunidades en el turismo de su país para la participación de empresas cubanas, ante representantes de agencias de viajes, turoperadores y compañías extrahoteleras, además de empresarios, periodistas especializados en el tema y otros invitados.
También exhortó a emprender proyectos, con el propósito de incrementar y diversificar las relaciones en el sector entre ambos países.
En el encuentro, realizado en el contexto del Día Mundial del Turismo, fue presentado un audiovisual, por medio del cual el ministro del ramo en Uruguay, Eduardo Sanguinetti, destacó las cualidades del país como gestor de destino.
Además, resaltó la asociación entre Uruguay, Cuba y el Grupo Iberostar, empresa multinacional de España presente en la nación antillana desde 1993.
El Día Mundial del Turismo (27 de septiembre) fue proclamado por Naciones Unidas en 1979, con el objetivo de subrayar la importancia económica global del sector y su capacidad para fomentar la comprensión cultural y la conservación de la biodiversidad.
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