A propósito de esta fecha, el Representante Especial del Gobierno de China para Asuntos de América Latina y el Caribe, Qiu Xiaoqi, subrayó que los nexos bilaterales constituyen «un buen ejemplo de la cooperación solidaria entre países socialistas y del sincero apoyo mutuo entre naciones en vías de desarrollo».
«China continuará haciendo valer la justicia a favor de Cuba en los escenarios internacionales, apoyando a Cuba a defender la soberanía y la dignidad del país, y oponiéndose al bloqueo y las sanciones impuestos por Estados Unidos», agregó.
El funcionario resaltó los recientes encuentros de alto nivel entre representantes de cada nación, así como los consensos alcanzados entre los mandatarios Miguel Díaz-Canel y Xi Jinping.
«Los intercambios y las cooperaciones entre ambos países en áreas como el deporte, el arte, y la ciencia y tecnología ostentan un pujante desarrollo», comentó.
Por su parte, el embajador cubano en China, Alberto Blanco, aseguró que los dos países cooperan en todas las esferas, especialmente en sectores prioritarios como las nuevas energías, la producción de alimentos y las infocomunicaciones.
«Me atrevería a sintetizar estos 64 años de amistad en los términos voluntad política, madurez, alta prioridad, concertación y confianza política mutua, continuidad, apoyo y respeto mutuos», apuntó.
Blanco destacó también la llegada hace 60 años de más de 100 chinos para estudiar el español en la isla.
El jefe diplomático recordó que más de tres mil estudiantes del gigante asiático se acogieron después al Programa de Formación de Jóvenes chinos en Cuba entre los años 2006 y 2016, iniciativa del líder histórico Fidel Castro.
Desde Cuba, el primer ministro Manuel Marrero señaló la víspera que la visión de los presidentes Xi Jinping y Miguel Díaz-Canel de trabajar por una comunidad de futuro compartido Cuba-China, convoca a mayores esfuerzos como países socialistas por la integración bilateral y en el enfrentamiento a desafíos globales complejos.
La Habana y Beijing celebran 64 años de vínculos diplomáticos, aunque los nexos históricos datan del siglo XIX cuando los primeros ciudadanos del gigante asiático llegaron al país antillano.
El 2 de septiembre de 1960, delante de más de un millón de cubanos, Fidel Castro instó a romper relaciones con el gobierno de Taiwán para establecer vínculos diplomáticos con la República Popular China de Mao Zedong.
El 28 de septiembre Cuba se convirtió en el primer país de América Latina y el Caribe en establecer estos nexos con la nueva China, lo que allanó el camino para las relaciones entre el gigante asiático y el resto de las naciones de la región.
ro/idm