Fuerzas conjuntas de la Policía Nacional, las Fuerzas Armadas y del Servicio de Investigación Criminal trabajan fundamentalmente en las provincias y municipios fronterizos, lo que ha permitido interceptar cientos de miles de litros de combustible cuyo principal destino era la República Democrática del Congo (RDC).
En el municipio de Soyo, provincia de Zaire, esta semana incautaron más de 100 mil litros de combustible, según explicó el portavoz de la operación, el teniente de fragata João Kassanga, y publicó este sábado Jornal de Angola.
En el patio trasero de dos viviendas existían depósitos que servían de almacén, a los cuales acudían contrabandistas con tanques de 250 litros, como si se tratara de una bomba de abastecimiento.
La investigación mostró que las garrafas eran luego transportadas en motos de tres ruedas para cruzar la frontera.
El pasado 13 de septiembre el ministro de Estado y jefe de la Casa Militar del Presidente de la República, Francisco Pereira Furtado, consideró el contrabando de combustible como un factor de inestabilidad en Angola.
El fenómeno constituye además una preocupación para la seguridad nacional, afirmó Furtado, quien abordó el tema en una reunión con miembros del gobierno provincial de Cabinda, una de las regiones más afectadas debido a sus fronteras con la República del Congo y RDC.
Explicó que a este problema se asocian otros como la migración irregular, el tráfico de seres humanos, el tráfico y contrabando de armas y la pesca ilegal.
Furtado remarcó en particular la inseguridad en torno a las plataformas petrolíferas y las limitaciones que el fenómeno crea para las empresas del sector, además de los riesgos que supone para los objetivos estratégicos instalados a lo largo de la costa marítima angoleña.
En las provincias de Zaire y Cabinda tiene lugar alrededor del 80 por ciento del contrabando de combustible del país, y solo en la provincia de Zaire el volumen alcanza los 700 mil litros al mes, lo que ilustra la gravedad del problema y su impacto económico.
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