En un sermón dominical, el cardenal subrayó que la muerte del secretario general de Hizbulah, Hassan Nasrallah, dejó heridas en los corazones de los libaneses.
La referencia maronita enfatizó que el testimonio sucesivo de los líderes cristianos y musulmanes es el baluarte de la unidad entre los libaneses.
Al Rai llamó a la comunidad internacional a trabajar para detener el ciclo de guerra, matanza y destrucción.
“Todos somos perdedores en la guerra, por eso es necesario adoptar negociaciones”, manifestó.
El cardenal insistió en la necesidad de elegir un presidente de la República que detenga el fuego y entable negociaciones de paz.
La Resistencia de Líbano confirmó ayer el asesinato de su secretario general, Hassan Nasrallah, como consecuencia de las agresiones israelíes contra el suburbio sur de Beirut.
Hizbulah declaró mártir en el camino de la liberación de Al-Quds (Jerusalén) a su líder desde 1992, debido a la operación ofensiva más potente de Israel contra la nación de los cedros desde 2006.
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