Un reporte publicado este lunes en su sitio oficial por el Instituto Nacional de Estadísticas (Istat), precisa que ese descenso de la tasa inflacionaria se debió en buena medida a la evolución de los precios de los bienes energéticos, que cayeron un 8,7 por ciento desde una baja de 6,1 puntos porcentuales apreciada en agosto.
En ese noveno mes del año el Índice Nacional de Precios al Consumo (NIC), disminuyó un 0,2 por ciento respecto al anterior, por la reducción en los precios de los bienes energéticos regulados del 14,3 al 10 por ciento, así como de los 4,5 a los 4,0 puntos porcentuales en los servicios recreativos, culturales y de cuidados personales.
También los servicios relacionados con el transporte bajaron del 2,9 al 2,5 por ciento, aunque esos efectos fueron parcialmente compensados por la aceleración de los precios de los alimentos elaborados de los 1,5 a los 1,8 puntos porcentuales.
Los expertos del Istat precisaron en su estudio que la denominada inflación subyacente mensual, neta de energía y alimentos frescos, cayó del 1,9 al 1,8 por ciento, mientras que la referida solamente a los bienes energéticos bajo de los 1,8 a los 1,7 puntos porcentuales. La tendencia en los precios de los bienes cayó 0,3 puntos porcentuales y la de los servicios se desaceleró del 3,2 al 2,8 por ciento, por lo que el diferencial inflacionario entre los sectores de servicios y bienes se redujo a un porcentaje de 3,6 puntos, desde los 3,7 de agosto, apunta el documento.
En el análisis se enfatiza que durante septiembre de 2024 la inflación subyacente cayó hasta el 1,8 por ciento, desde los 1,9 puntos porcentuales registrados en los últimos tres meses.
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