Este crimen marcó un oscuro capítulo en la historia de Chile, señaló el Partido Socialista en un comunicado, y afirmó que el general y su cónyuge fueron una de las primeras víctimas de la Operación Cóndor, plan de las dictaduras del cono sur latinoamericano para la eliminación de opositores.
Prats ocupó el cargo de Comandante en Jefe del Ejército, luego del asesinato de su amigo y también general René Schneider.
El 29 de junio de 1973 logró sofocar el llamado tanquetazo, un intento fallido contra el gobierno de la Unidad Popular del presidente Salvador Allende.
Dos meses después, el 23 de agosto, renunció a la comandancia del ejército y en su lugar asumió Augusto Pinochet, quien a la postre encabezó el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 e implantó en el país una dictadura de 17 años.
El general y su esposa debieron salir de inmediato al exilio en Buenos Aires, Argentina, donde al año siguiente la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), policía secreta de Pinochet, colocó una bomba que provocó la explosión de su auto.
Medio siglo después de aquel crimen, el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos recuerda que fue la DINA la autora del atentado contra la pareja.
Mientras, el Canal 24 horas publicó un reportaje titulado “A 50 años del asesinato del general Carlos Prats”, con entrevistas a sus familiares e historiadores sobre ese triste momento de la historia del país.
También el sitio digital El Mostrador dedicó un espacio a “Las últimas horas del general y su esposa”.
Carlos Cuadrado Prats, nieto del general y actual alcalde de la comuna de Huechuraba, se refirió en su cuenta de twitter al crimen contra sus abuelos por órdenes de la dictadura.
Recordó también el asesinato del exministro del Interior José Tohá, en el hospital militar en 1974, y del excanciller Orlando Letelier, en Washington DC, en 1976, también por una bomba colocada en su auto.
jha/car