Así lo destacó en conferencia de prensa en La Habana, su embajador en Cuba, Hua Xin, quien se hizo eco del discurso del presidente Xi Jinping por la ocasión quien recalcó que “el gran rejuvenecimiento de la nación china ha entrado en un proceso histórico irreversible”.
El líder histórico Mao Zedong proclamó la República Popular China el 1 de octubre de 1949 desde la Puerta de Tianamén de la Ciudad Prohibida en Beijing, luego de que las fuerzas del Partido Comunista (PCCh) se impusieran en la guerra civil frente a los partidarios del nacionalista Kuomintang que dirigió Chiak Kai-shek.
Hua Xin enfatizó que el objetivo del Estado y el PCCh es construir un país fuerte con la revitalización de la nación y lograr la modernización al estilo chino, basado en la prosperidad del pueblo y el desarrollo pacífico. La realidad lo demuestra.
China, con una población de mil 411 millones 750 mil habitantes, ha logrado convertirse en la segunda economía más grande del mundo en términos de producto interno bruto (PIB) nominal, y la mayor en paridad de poder adquisitivo, según el Fondo Monetario Internacional.
Su PIB nominal, calculado en casi 19 billones de dólares representa alrededor del 18 por ciento del PIB mundial, y ha sido el país de más rápido crecimiento económico desde la década de 1980, con un promedio de crecimiento anual del siete al 10 por ciento en los últimos 38 años.
Pese al golpe que provocó la pandemia de la Covid-19 y los vaivenes de la economía mundial, el país debe cerrar el 2024 con un crecimiento del 5.4 por ciento, según pronósticos.
El embajador Huan Xin afirmó que China se mantendrá siempre firme en el lado correcto de la historia y del progreso de la civilización humana; enarbolará la bandera de la paz, el desarrollo, la cooperación y los beneficios mutuos.
En especial, se esforzará por promover la paz y la tranquilidad del mundo, y el progreso común de la humanidad, aseveró el jefe de Misión.
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