«Primeramente, en los próximos días prohibiremos en el espacio brasileño a las empresas de apuestas no reglamentadas», afirmó Haddad durante una entrevista concedida a la emisora radial CBN.
La Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) será responsable de bloquear el acceso a estas plataformas. También, el funcionario recomendó que los usuarios que tienen dinero depositado en esos sitios soliciten la devolución, pues las cantidades pueden perderse después de la prohibición.
La cartera de Hacienda recibió un total de 113 solicitudes de autorización de 108 empresas interesadas en operar en el mercado de apuestas deportivas.
Además de cerrar los sitios irregulares, el Gobierno planea restringir el uso de tarjetas de crédito y de la Bolsa Familia (programa de ayuda a núcleos necesitados) en plataformas de apuestas, además de intensificar la supervisión sobre la publicidad relacionada con el sector.
Una investigación técnica del Banco Central reveló que en agosto cerca de cinco millones de beneficiarios de Bolsa Familia transfirieron tres mil millones de reales (unos 560 millones de dólares) a sitios web de apuestas.
Ante este escenario, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva citó a una reunión con sus ministros para debatir la regulación del sector, abordando temas como lavado de dinero y endeudamiento de la población.
«Queremos regular la publicidad de las apuestas, es un tema fuera de control», admitió Haddad.
A partir de mañana, las plataformas de apuestas de cuota fija que no solicitaron autorización de funcionamiento tendrán sus operaciones suspendidas.
Hasta finales de diciembre, solo las empresas que hayan hecho la solicitud dentro del plazo podrán seguir operando.
Las compañías que no cumplan con los requisitos tendrán un plazo adicional de 10 días para que los clientes retiren sus fondos.
Nuevas solicitudes pasarán por un periodo de revisión de hasta 180 jornadas.
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