En tanto, los heridos se estiman en cerca de 150 mientras que en total unas 250 mil personas quedaron damnificadas.
Las lluvias se iniciaron en Malí el pasado mes de junio y provocaron centenares de inundaciones, sobre todo el la región de Tombuctú especialmente vulnerable al clima.
Por otra parte, Garantigui Traoré, representante del Ministerio de Medio Ambiente aseguró que las lluvias fueron devastadoras para la agricultura del país, y se debe tratar de evitar una crisis alimentaria.
Observadores políticos recuerdan también que Malí es objeto de ataques de grupos islamistas vinculados a Al Qaeda como el de Apoyo al Islam y los Musulmanes (Jnim), rama de Al Qaeda en el Sahel, lo que agrava aún más su ya precaria situación económica.
En Malí, Burkina Faso y Níger, países de la región del Sahel, se han recrudecido los actos de violencia de grupos armados islamistas, especialmente de las ramas de Al Qaeda y Estado Islámico, pero también existen otros conflictos de tipo intercomunitario.
Para combatir esta situación, los tres países crearon la Alianza de Estados del Sahel, y actuar así de forma conjunta en el combate al terrorismo y las bandas armadas, que asesinan, roban y secuestran.
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