martes 1 de octubre de 2024
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Sanear finanzas públicas e inmigración en agenda de gobierno francés

París, 1 oct (Prensa Latina) El primer ministro de Francia, Michel Barnier, fijó hoy entre las prioridades del gobierno formado a finales de septiembre mejorar el oscuro panorama financiero del país y el control de la inmigración.

En su declaración de política general ante la Asamblea Nacional, el jefe de Matignon desde el 5 de septiembre prometió reducir el déficit público hasta un cinco por ciento del Producto Interno Bruto para el 2025, indicador que pudiera cerrar este año rondando o incluso por encima de un seis por ciento.

De acuerdo con el otrora negociador europeo para el Brexit, su objetivo es colocar al país “en una buena trayectoria”, con la meta de llevar el déficit a un tres por cierto para el 2029, desafío colosal dado el actual escenario.

Barnier mencionó en el hemiciclo como vías para sanear las finanzas públicas disminuir de manera masiva los gastos del Estado, aumentar la eficacia de las erogaciones y pedir una contribución mayor a las grandes empresas, “sin poner en riesgo su competitividad”.

Respecto al espinoso tema de la inmigración y de las dificultades para expulsar de Francia a las personas con orden de salida, prometió actuar con decisión y dignidad.

Debemos controlar la inmigración de una manera más satisfactoria, dijo el primer ministro, cuya gestión es rechazada por la izquierda y mirada con una lupa por la extrema derecha, dos campos que combinados tienen la capacidad en la Asamblea Nacional de derribar al nuevo gobierno mediante una moción de censura.

En su intervención, el veterano político, líder de un gobierno bien inclinado hacia la derecha, también intentó calmar los ánimos frente a los reclamos de eliminar la reforma de la jubilación adoptada el año pasado por el presidente Emmanuel Macron.

Invito a un diálogo respetuoso con los actores sociales en las próximas semanas, porque están en condición de aportar soluciones, expuso en una jornada en la que varios sindicatos llamaron a salir a las calles para exigir la derogación de la reforma, particularmente cuestionada al aumentar la edad de retiro de 62 a 64 años y las cotizaciones.

Barnier anunció además en su discurso una revalorización del salario mínimo del dos por ciento a partir del 1 de noviembre y manifestó el compromiso de su gestión con las energías renovables y la nuclear

ro/wmr

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