Así lo consideró el periodista franco-español Ignacio Ramonet en su carta abierta dirigida al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que cuenta ya con más de cinco mil 800 firmas de 119 países, entre ellas las del abogado y escritor peruano Héctor Béjar, el dramaturgo y director teatral argentino Carlos María Alsina y la narradora cubana, radicada en la nación norteña, Sonia Rivera.
Los intelectuales, ganadores del Premio Literario Casa de las Américas se sumaron al reclamo mundial junto a la International Association of Democratic Lawyer y a importantes juristas como la india Niloufer Bhagwat, presidenta de la Indian Association of Lawyers, y las estadounidenses Vanessa Ramos, presidenta de la Asociación Americana de Juristas; Suzanne Adely, presidenta de la National Lawyers Guild, y Whitley Carpenter, presidenta de la Conferencia Nacional de Abogados Negros (NCBL).
Destaca también la española Carlota Álvarez, codirectora del Festival de Cine por Mujeres de Madrid, el realizador audiovisual Hans-Peter Weymar y el artista plástico Falk Richwien, ambos de Alemania; además del sociólogo estadounidense William I. Robinson, de la Universidad de California en Santa Bárbara.
Dos relevantes académicos australianos suscribieron igualmente el documento: Frank Stilwell, profesor de la Universidad de Sydney y autor del estudio La economía política de la desigualdad, y Edward Foley, profesor de la Universidad de Victoria, también escritor, actor y activista.
A principios del mes de septiembre, la emblemática institución habanera Casa de las Américas se hizo eco de la carta de Ramonet, al divulgar una convocatoria en la que invita a apoyar esta noble iniciativa con su firma a todo el que se sensibilice con el sufrimiento cotidiano de este pueblo.
En su misiva, el también escritor y analista político solicita al mandatario estadounidense que repare la «profunda injusticia cometida el 12 de enero de 2021 por su predecesor, Donald Trump, cuando, a unas semanas de abandonar la Casa Blanca, decidió -sin bases legales reales- reinscribir a Cuba en la infame lista de Estados patrocinadores del terrorismo (lista SSOT, por sus iniciales en inglés)».
Desde hace 65 años, a pesar de las tensiones que han podido existir entre Estados Unidos y Cuba, no se puede citar un solo caso de acción violenta ocurrida en territorio estadounidense que haya sido apadrinado, directa o indirectamente, por La Habana. ¡Ni un solo caso!, precisó el eminente intelectual.
Señor presidente, esa situación tiene que terminar, solicitó Ramonet. Usted lo sabe, no hay ni un sólo argumento válido y razonable para acusar a Cuba y mantener a su población bajo un castigo colectivo ilegal e inhumano. Usted tiene autoridad para, antes de abandonar la Casa Blanca, corregir tan cruel absurdo y sacar a Cuba de la lista SSOT. ¡Hágalo ya!, indicó el destacado intelectual al término de su carta, con la esperanza de que Biden sepa estar a la altura de este momento histórico.
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