El Ejecutivo magiar entendió ese hecho como una grave injerencia en sus asuntos internos, dijo el ministro de Exteriores, Peter Szijjarto, quien acusó en redes sociales a la embajadora de violar la soberanía nacional.
El canciller recordó que los representantes diplomáticos extranjeros deben mostrar respeto hacia el país de acogida. Su discurso fue inaceptable, dijo Szijjártó.
Gross, que habló durante una recepción oficial con motivo del Día de la Unidad alemana, expresó su preocupación por lo que calificó de deriva política de Hungría y cuestionó su “distanciamiento” de bloques como la UE y la OTAN.
La diplomática apeló incluso a los ciudadanos, invitándoles a preguntarse en qué medida las políticas de Orbán les benefician realmente, según los extractos recogidos por el periódico Mandiner.
Hoy la Comisión Europea anunció que llevará a Hungría ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea por violar varios derechos fundamentales con la Ley de Soberanía, promovida por el Gobierno de Orbán para combatir injerencias extranjeras pero que es vista desde la oposición como un intento por silenciar las voces críticas.
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