El documento fue suscrito por Estados Unidos, Canadá, Japón, Reino Unido, Alemania, Francia e Italia, luego de una conferencia telefónica convocada por la jefa de Gobierno de ese último país, Giorgia Meloni, indica un comunicado divulgado aquí este jueves, en su sitio oficial, por la Presidencia del Consejo de ministros.
En el mismo, los mandatarios de esas naciones ignoran referirse de manera directa a los ataques contra la Franja de Gaza y el Líbano por parte de Israel, a la vez que reiteran “inequívocamente” el compromiso con la seguridad de ese país y condenan “en los términos más enérgicos” el ataque militar directo de Irán contra su territorio.
En el documento se señala que “un peligroso ciclo de ataques y represalias corre el riesgo de alimentar una escalada incontrolable en Medio Oriente, lo que no interesa a nadie”, y por lo tanto, hacen un llamado a todos los actores regionales a tomar medidas, de manera responsable y con moderación.
Reiteran el llamado a un alto el fuego inmediato en Gaza, la liberación incondicional de todos los rehenes, un aumento significativo y duradero del flujo de asistencia humanitaria, así como el fin de conflicto, y en tal sentido destacan “los esfuerzos de Estados Unidos, Qatar y Egipto para llegar a un acuerdo integral”.
Reconocen que la situación en Gaza, es catastrófica, con las muertes de decenas de miles de personas inocentes, pero sin mencionar los bombardeos de Israel que causaron las mismas, y señalan “la absoluta necesidad de que la población civil esté protegida y tenga acceso a un socorro humanitario completo, rápido, seguro y sin trabas”.
Plantean que continuarán trabajando para crear las condiciones para una paz duradera, que conduzca a una solución de dos Estados, en la que Israel y Palestina coexistan en paz, con seguridad para ambos.
En cuanto a la situación en el Líbano, los líderes del G7 recuerdan la “necesidad del cese de las hostilidades lo antes posible para crear espacio para una solución diplomática a lo largo de la Línea Azul, de acuerdo con la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”.
Señalan que esa es la única manera de “aliviar permanentemente las tensiones, estabilizar la frontera entre Israel y el Líbano, restaurar completamente la soberanía, la integridad territorial y la estabilidad del Líbano y recuperar a los ciudadanos desplazados a sus hogares con seguridad y protección por ambos lados”.
Instan a todos los actores a proteger a las poblaciones, así como a brindar asistencia humanitaria para responder a las necesidades urgentes de civiles en el Líbano.
Finalmente destacan la importancia de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano (Unifil), para restablecer la paz y la seguridad, y reafirman el compromiso de reforzar el apoyo a esa misión
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