La estrategia y el plan de acción para el periodo 2025-2030 fue acordada en el contexto del 61 Consejo Directivo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Persigue acelerar la implementación de las medidas del Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el Control del Tabaco en la región, promoviendo entornos más saludables, sostenibles y equitativos, y priorizando la protección de los jóvenes, las mujeres y las poblaciones con menores ingresos.
Esta iniciativa busca reforzar la lucha contra el tabaquismo y abordar desafíos emergentes, como el aumento en el consumo de cigarrillos electrónicos entre los jóvenes.
La estrategia regional, que responde a una solicitud de los Estados Miembros de la OPS, establece cinco líneas de acción para abordar esta problemática, entre ellas la ejecución de medidas efectivas para regular el consumo, la comercialización y la publicidad de productos de tabaco convencionales y otros emergentes.
También la implementación de medidas relacionadas con los precios e impuestos para reducir la demanda de tabaco.
Esta sustancia representa una de las principales amenazas para la salud pública, generando una carga social, económica y ambiental significativa en los países.
Según datos del organismo sanitario, cada año un millón de personas mueren a causa del consumo de tabaco en las Américas.
A pesar de la disminución en las tasas de consumo, se estima que aún 133 millones de adultos y cinco millones de adolescentes de 13 a 15 años continúan usando tabaco.
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