El sector sufrió enormes pérdidas como resultado de la actual agresión israelí, afirmó el jefe interino de la Autoridad del Agua, Ziad Al-Fuqaha, citado por la agencia oficial de noticias Wafa.
A los bombardeos se suman los continuos cortes de electricidad por los daños al sistema, la falta de combustible para operar los generadores de respaldo de las instalaciones de agua, la suspensión del suministro de repuestos y la dificultad resultante por la acumulación de escombros, subrayó.
Al-Fuqaha destacó que la campaña bélica contra el enclave costero afectó a plantas de tratamiento de aguas residuales, instalaciones sanitarias, desalinizadoras, estaciones de bombeo, pozos, líneas de transmisión y alcantarillados.
La agresión afectó las tres fuentes del líquido en la Franja, por lo cual el bombeo disminuyó en casi dos tercios con respecto a la cifras acumuladas antes del conflicto, reveló.
Antes, el suministro total superaba los 262 mil metros cúbicos diarios, ahora apenas alcanzamos los 93 mil, lamentó.
El funcionario destacó que las tres plantas desalinizadoras del territorio tienen una capacidad conjunta de 35 mil 500 metros cúbicos diarios, pero, aclaró, en la actualidad solo producen cinco mil.
Sobre el sistema de alcantarillado, explicó que la red tenía una longitud de dos mil 250 kilómetros, e incluía 79 estaciones de bombeos y 29 estanques de recogida de aguas pluviales, además de cinco plantas de tratamiento con una capacidad diseñada de 154 mil 600 metros cúbicos diarios.
Como consecuencia de los ataques israelíes se interrumpieron todos los servicios de saneamiento, lo que provocó que las aguas residuales se vertieran al mar y otra parte se filtrara a zonas pobladas, subrayó.
Pese a la continua campaña bélica, resaltó los trabajos de rehabilitación ejecutados por la Autoridad del Agua para brindar al menos un servicio limitado a los gazatíes.
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