Durante una reciente sesión del Consejo Seguridad, el titular de la ONU, António Guterres, elevó sus críticas por el uso de la violencia en toda la región: desde Cisjordania o las calles de Israel, hasta el ataque mortal en Jaffa el martes.
El secretario general denunció la campaña militar israelí en Gaza que consideró la más mortal y destructiva que había visto durante su mandato de siete años al frente del organismo.
«El sufrimiento soportado por el pueblo palestino en Gaza está más allá de la imaginación», agregó.
El alto representante llamó a «detener el repugnante ciclo de escalada tras escalada que está llevando a la gente de Oriente Medio directamente al acantilado».
Tras los reportes de nuevos bombardeos, el portavoz del organismo, Stéphane Dujarric, insistió en la necesidad de «hacer todo lo posible para proteger a los civiles y su infraestructura, así como garantizar que nunca se pongan en peligro».
En esa misma línea, la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios advirtió ante el aumento de ataques aéreos y órdenes de desplazamiento en territorio libanés.
El viernes, se reportaron nuevas disposiciones de las fuerzas israelíes en el sur, para áreas por encima del río Litani y áreas como El-Buss, que alberga un campo de refugiados palestinos.
Esto aumenta la presión sobre las familias que huyen a áreas que antes se consideraban más seguras.
«Se debe permitir que los civiles de ambos lados de la Línea Azul, en el Líbano y en Israel, vivan en paz y tranquilidad», agregó al respecto Dujarric.
El vocero confirmó la asignación de dos millones de dólares a la respuesta de Naciones Unidas en territorio libanés que ya contaba con 10 millones tras el despliegue de la ofensiva de Tel Aviv en el vecino país.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud anunció la llegada a Beirut del primer vuelo con suministros médicos para tratar a decenas de miles de personas heridas.
La agencia sanitaria prevé otros envíos como un alivio al sufrimiento que padece la población atrapada en el conflicto.
ro/ebr