De acuerdo con el titular de esa cartera, Felipe Chapman, las proyecciones macroeconómicas fueron utilizadas para elaborar el proyecto de ley del Presupuesto General del Estado para 2025, un monto de 26 mil 84 millones de dólares, que presentará la semana próxima ante la Asamblea Nacional (parlamento unicameral).
Los cálculos, según explicó, se basan en proyecciones dadas por el Fondo Monetario Internacional y se alinean con estimaciones de organismos como el Banco Mundial y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.
Chapman reconoció que el escenario económico global sigue siendo incierto, al tiempo que alabó las medidas adoptadas por el Gobierno para presentar un presupuesto realizable, creíble y responsable que asegure la estabilidad financiera y fiscal que el país merece, y que propicie confianza, fomente la inversión, el consumo y, por ende, el auge económico.
En esa dirección, adelantó, se incluye la promoción de políticas públicas que impulsan el empleo y el desarrollo, asegurando así un entorno propicio para el bienestar social y la prosperidad de los ciudadanos.
El objetivo principal del presupuesto es ser consistente con una estrategia de reducción de déficit fiscal manteniendo la inversión pública en áreas clave, con transparencia y rendición de cuentas, y una clara estrategia para superar los desafíos estructurales actuales, remarcó el funcionario.
Sobre el tema, el consultor empresarial, René Quevedo, indicó al diario La Estrella de Panamá que si bien es cierto que la medidas anunciadas en el presupuesto 2025 buscan que las finanzas públicas sean sostenibles, la economía panameña enfrenta un déficit de circulante y una importante contracción del consumo, acelerada por la reciente pérdida del Grado de Inversión de la calificadora de riesgo Fitch Ratings el 28 de marzo pasado.
Entre los impactos de esa medida, señaló el aumento del 1,5 por ciento en la tasa de desempleo anunciado por el Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral (abril 2024), lo que representa 31 mil 413 plazas perdidas, agravando el ya deprimido consumo.
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