Este fin de semana, varios gremios mostraron indignación ante el anuncio de cortes de energía de 10 horas durante 15 días hasta recuperar las reservas de la central hidroeléctrica de Mazar.
En redes sociales se filtraron dos documentos, en los cuales el ministro de Energía y Minas, Antonio Goncalves, habría dispuesto la reducción de los racionamientos de energía al 50 por ciento en el sector industrial, con cortes de electricidad diarios desde las 08:00 hasta las 18:00, hora local.
Sin embargo, hasta el momento el Ejecutivo no ha emitido un comunicado oficial al respecto.
No obstante, empresas como la Continental Tire, una fábrica de llantas ubicada en Cuenca, confirmó que los racionamientos ya comenzaron a aplicarse y suspendió sus operaciones desde el sábado.
La empresa cuencana también denunció en un comunicado que la “decisión imprevista” de los apagones ocasionó la paralización de la planta, con las consiguientes pérdidas que representa la interrupción de la producción.
Un reporte del canal Ecuavisa reveló que una situación igual vive el sector industrial de las provincias de Tungurahua, Chimborazo y Guayaquil.
Para la presidenta de la Cámara de Industrias y Producción, María Paz Jervis, «el sector industrial es el motor de la economía y si lo apagan van a generar una crisis económica y social. La factura va a ser mayor en el mediano plazo”, dijo en su perfil en X.
También el alcalde de la ciudad de Cuenca, Cristian Zamora, alertó que «esta medida desencadenará una crisis económica sumamente compleja con mayor pérdida de empleo».
La crisis energética en este país andino empeoró a mediados del pasado abril, con cortes de hasta 13 horas en algunos lugares. Hoy, esa situación persiste en el territorio nacional y según el Gobierno, los cortes variarán en función del ingreso de agua a los embalses.
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