Según comunicó el ente castrense en su página oficial de Telegram, más de la mitad de esos vehículos aéreos no tripulados: 12, fueron interceptados sobre la península de Crimea; otros seis, en la región de Kursk; y los restantes tres, en las regiones de Bélgorod, Briansk y Vorónezh.
El Ministerio de Defensa no especificó los blancos de estos ataques que calificó de «terroristas».
Más temprano este lunes, las autoridades de la república de Crimea informaron de un incendio en una terminal petrolera de la ciudad de Feodosia, situada en el sureste de la península.
Durante los últimos meses, se han intensificado los ataques ucranianos con drones contra refinerías de petróleo y depósitos de combustible en Rusia, en primer término en las provincias fronterizas pero también en zonas más remotas.
El territorio de Crimea, que en 2014 se separó de Ucrania para reincorporarse a Rusia, es uno de los blancos predilectos para ataques e intentos de sabotaje por parte del Ejército ucraniano desde que Rusia comenzó su operación militar especial en 2022.
También las provincias rusas limítrofes con Ucrania, como Bélgorod, Briansk, Kursk y Vorónezh, denuncian regularmente impactos de proyectiles, incursiones de drones y otros ataques desde el otro lado de la frontera, que obligan a la población a buscar refugio en otros lugares.
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