De acuerdo con fuentes de esa institución, los envíos violaron controles de la Dirección Institucional en Asuntos de Seguridad Pública, entidad que registra y regula las actividades de empresas dedicadas al servicio de protección y vigilancia privada y aquellos comercios que se dedican a la importación y comercialización de armas de fuego o municiones.
Se trata de importaciones a cuentagotas con partes de armas de fuego de grueso calibre, que posteriormente pueden caer en manos del crimen organizado o de las pandillas, precisó en su informa sobre este tema el diario La Estrella de Panamá.
Ante estas irregularidades, la Aduana adoptó nuevas medidas como la suspensión de licencias y pretende implementar una estructura para escanear los paquetes que llegan al país canalero.
Según la entidad fiscalizadora de mercancías, este tipo de contenidos tienen como destino a personas naturales, la mayoría procedentes de Estados Unidos, el país de importación de armas a Panamá.
Los casos de importación irregular de partes de armas, agregó el rotativo, han motivado que la nación centroamericana fuese incluida el pasado 8 de abril en la lista gris del Departamento de Estado de Estados Unidos, debido al riesgo que esos artefactos terminen en manos de bandas criminales.
Como consecuencia de las restricciones impuestas, 50 negocios panameños dedicados a esta actividad no pueden importar armas del norteño país.
Como respuesta a esta condición, la Asociación de Distribuidores de Armas, Municiones y Accesorios (Adidama) envió una nota de protesta en la que aseguran que la industria está altamente regulada y supervisada por las autoridades.
También señalan que funcionarios del Departamento de Comercio de Estados Unidos visitan periódicamente a los distribuidores de armas de fuego panameñas y solicitan información de rastreo, aunque carezcan de jurisdicción; sin embargo, en aras de la transparencia, la confianza y la buena fe, los distribuidores autorizados cooperan con sus solicitudes.
Legalmente las armas de fuego y municiones importadas pagan entre el 17 y el 32 por ciento en concepto de derechos de importación, por lo que contribuye positivamente a las finanzas del estado istmeño, agregan.
En ese sentido, la Adidama solicitó una reconsideración de dicho etiquetado debido a las negativas consecuencias que estas nuevas regulaciones causan en las pequeñas empresas panameñas y comercio con homólogos estadounidenses.
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