Decenas de vehículos particulares, buses de transporte público y camiones con vegetales y otras mercancías están varados a ambos lados del derrumbe, donde el paso es intermitente desde hace una semana.
La situación se ha vuelto crítica, en particular para los comerciantes y trabajadores de la minería que deben hacer el recorrido cotidiano entre Arica e Iquique.
De acuerdo con el alcalde de la comuna de Camarones, también afectada por el corte de la Ruta 5 Norte, a ocho días de la emergencia siguen esperando un plan alternativo, el cual pasaría por rehabilitar el antiguo camino, actualmente abandonado.
Las autoridades reiteraron este miércoles que la reparación total del derrumbe precisa estabilizar el cerro desde donde caen las rocas y eso llevaría entre seis y ocho meses.
El grave problema, indicó el empresario de transportes, Jorge Araya, es que esa carretera es la única salida desde ese lugar hacia el sur de Chile.
Otro sector que enfrenta dificultades es el del turismo y hotelería, no sólo por los problemas de los visitantes para llegar hasta la ciudad de Arica, sino también por la demora en la entrega de insumos para la alimentación, limpieza y otras tareas.
El director nacional de Vialidad, Horacio Pfeiffer, está en la zona para inspeccionar la situación y reconoció que se trata de un trabajo a largo plazo debido a la complejidad del terreno.
La estabilización del cerro requiere un análisis profundo y la implementación de soluciones técnicas muy complicadas, dijo el funcionario.
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