Un extenso reporte desglosa los más relevantes aspectos sobre el particular con la finalidad de demostrar la existencia de esas barreras y su impacto en el quehacer cotidiano del cubano.
El artículo señala que en 2023 la economía cubana tuvo un desempeño discreto, reflejo de fuertes impactos externos.
Las limitaciones en la disponibilidad de divisas, insumos y combustibles determinaron que no fuera posible alcanzar el crecimiento económico proyectado del tres por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) a precios constantes, estimándose una contracción de entre uno y el dos por ciento al cierre del año.
Las exportaciones continuaron cayendo en más de tres mil millones de dólares con respecto a los valores de 2019. Sectores estratégicos, como la agricultura y la industria manufacturera, acumulan decrecimientos superiores al 25 por ciento en el último quinquenio.
Como consecuencia de la arbitraria inclusión de Cuba en la lista de países que supuestamente patrocinan el terrorismo, se produjeron hechos que fueron en detrimento de la economía como la cancelación de operaciones comerciales, acciones de cooperación y proyectos inversionistas que se encontraban en diferentes niveles de implementación.
En el período de marzo de 2023 a febrero de 2024, las pérdidas por reubicación geográfica del comercio, ante la necesidad de acudir a mercados más lejanos, se estiman en el orden de los 581 millones 700 mil dólares.
Asimismo, los costos por concepto de fletes, seguros y la utilización de intermediarios comerciales, con el consecuente encarecimiento de las mercancías, alcanzan los 485,7 millones de dólares.
El gobierno de los Estados Unidos, por demás, utiliza el turismo, principal vía de ingresos al país, como arma política contra Cuba. En los meses que se analizan en reportes de Cancillería, el énfasis del bloqueo en obstaculizar la recuperación de este sector causó pérdidas ascendentes a dos mil 499,7 millones de dólares.
En la agricultura, los daños y perjuicios ascendieron a no menos de 441 mil 122 millones 320.38 dólares, impactando notablemente en el acceso a divisas, insumos, materias primas, fertilizantes, maquinarias, combustibles, productos químicos y tecnologías, lo cual ocasiona una considerable disminución de la producción nacional de alimentos.
La imposibilidad de contratar un número importante de navieras interrumpe la llegada al país de suministros ya pagados, lo cual incide negativamente en el aseguramiento de la canasta básica familiar.
Comenta el texto que el bloqueo impactó también a los nuevos actores de la economía cubana.
Al cierre de marzo de 2024, se registraban en Cuba 10 mil 614 micro, pequeñas y medianas empresas privadas-Mypimes (junto al resto de las formas de gestión no estatal, representan cerca del 15 por ciento en la creación del PIB y cubren alrededor del 35 del empleo en el país).
En 2023, se registraron 685 Mipymes con pérdidas en su gestión, lo que representó 7,2 por ciento del total.
De marzo de 2023 a febrero de 2024, los daños provocados por el bloqueo de Estados Unidos de conjunto a la industria y al sistema empresarial cubano, se calculan en más de un millón 309,5 millones de dólares, recalca el análisis.
El extenso examen, explican, se basa en la resolución 78/7 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, titulada Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba.
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