La posibilidad de una expansión es virtualmente inexistente, aseguró el doctor Jean Kaseya a nombre del Capce, quien anunció, además, que unas 200 personas fueron inmunizadas con un suero, en fase de ensayo, contra la dolencia parte de un lote de 700 remitido de urgencia por el Instituto de Vacunas Sabin.
El brote causó hasta el momento 13 muertes en Ruanda y encendió las alarmas tanto en este país sin costas del este africano, como en estados colindantes, inquietos por la posibilidad de que se expandiera a sus territorios debido a la porosidad de las fronteras.
Las declaraciones del portavoz salieron al paso a una medida dictada por el Centro de Control de Enfermedades estadounidense que establece reconocimientos médicos para detectar síntomas de fiebre de Marburgo en personas que hayan estado en Ruanda en fecha reciente.
El seguimiento establecido por las autoridades sanitarias para detectar contactos de los pacientes confirmados asegura que ninguno de ellos puede salir de Ruanda, afirmó el portavoz, quien alabó la “vigorosa respuesta del gobierno al brote”.
A principios de esta semana Ruanda anunció el inició de inoculaciones con una vacuna experimental tras la detección en septiembre pasado de un brote, el primero de la historia en este país, con 26 contagios confirmados de los cuales 11 habían fallecido en aquel momento, según reporte del ministro de Sanidad Sabin Nsanzimana.
La dolencia está caracterizada como una fiebre hemorrágica que se manifiesta con fuertes dolores de cabeza, vómitos, dolores musculares y de estómago y al presente no hay una vacuna ni tratamiento probado y autorizado contra la infección por el virus, semejante a la letal fiebre del Ébola.
En tanto, fuentes autorizadas reportaron el internamiento en aislamiento en el Hospital Universitario de Hamburgo-Eppendorf, de Alemania, de dos personas, una de ellas un hombre procedente de Ruanda, y la otra un contacto durante un viaje en tren para la realización de un diagnóstico rápido por sospechas de contagio con la dolencia.
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