Sus integrantes, sobrevivientes de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, son testigos desinteresados y llenos de alma del terrible costo humano de esos artefactos, dijo el titular del organismo en un comunicado.
Aunque su número disminuye cada año, el trabajo incansable y la resiliencia de los denominados hibakusha conforman la columna vertebral del movimiento mundial por el desarme nuclear.
Las Naciones Unidas, agregó, se enorgullece de apoyarlos como “inspiración para nuestros esfuerzos compartidos por construir un mundo libre de armas nucleares”.
El veterano diplomático instó a los líderes mundiales a ver las armas nucleares como lo que son: “dispositivos de muerte que no ofrecen seguridad ni protección”.
La única forma de eliminar su amenaza es terminar por completo con su uso, insistió.
El movimiento Nihon Hidankyo ganó este viernes el premio Nobel de la Paz en lo que muchos consideran una advertencia sobre el riesgo que representa la carrera armamentística nuclear.
El Comité del Nobel dijo en su declaración que el galardón reconoce sus esfuerzos para lograr un mundo libre de ese riesgo y por demostrar, a través del testimonio de testigos, que estas nunca deben volver a usarse.
«Los hibakusha nos ayudan a describir lo indescriptible, a pensar lo impensable y a comprender de alguna manera el dolor y el sufrimiento incomprensibles causados por las armas nucleares», afirmó la entidad con sede en Noruega.
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