Por vez primera en la historia de 173 años de la Copa del América se incluyó una competencia con embarcaciones conformadas solo por mujeres, y en la cual el elenco de Luna Rossa, liderado por la bicampeona mundial Giulia Conti (38 años) y la joven Margherita Porro (25), dominó con autoridad la prueba.
En la final las italianas soportaron el empuje de las británicas, guiadas por la doble campeona olímpica y tricampeona mundial Hanna Mills, y lograron establecer durante toda la regata un margen de diferencia de entre seis y diez segundos, tiempo suficiente para arribar primeras a la línea de meta fijada en el litoral barcelonés.
La competencia, establecida en embarcaciones AC40, contó con la presencia de 12 equipos que compitieron en un formato de barco contra barco, con una fase previa con ocho mangas para cada grupo en regatas de flota (todos contra todos) y con los tres primeros de cada grupo avanzando a una serie final de cuatro mangas.
La presencia de la categoría femenina en el torneo más prestigioso de vela a nivel mundial representa otro paso hacia la inclusión de la vela femenina en el cronograma internacional, el cual comenzó a tomar auge con la inserción de las mujeres por vez primera en el programa del deporte de unos Juegos Olímpicos al hacerlo en la cita de Seúl 1988.
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