Calificado de sensible en extremo por la situación en el Oriente Próximo, marcada por los ataques de Israel a Palestina y Líbano, el encuentro señalado para el 14 de noviembre representa un verdadero dolor de cabeza para las autoridades.
Sin embargo, el diario Ouest France y la cadena BFM TV aseguran que la víspera tuvo lugar una reunión en el Ministerio del Interior para analizar el dispositivo de seguridad de cara al desafío en la habitual sede de les Bleus, instalación con capacidad para unas 80 mil personas.
Los medios citan otras opciones manejadas, en particular celebrar el partido a puertas cerradas o trasladarlo un estadio fuera de la capital, que habrían sido marginadas.
Francia e Israel chocaron el jueves en la tercera fecha de la Liga de Naciones, con victoria 4-1 para los galos en Budapest, sede alternativa escogida por la crisis en el Oriente Próximo.
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