Mediante una declaración en la cuenta en X del gabinete libanés, Mikati indicó que Netanyahu no quedó satisfecho con la agresión contra el país e insistió en mostrar su hostilidad hacia la misión de la Unifil, presente en el sur desde 1978.
La máxima autoridad del Ejecutivo condenó la exigencia de Netanyahu al secretario general de la ONU, António Guterres, de retirar al comando de mantenimiento de la paz de la zona de combates en la frontera sur del país.
Según el titular del gobierno libanés, las palabras del ultraderechista representan un nuevo capítulo de la actitud del enemigo de desobedecer la legitimidad internacional y sus resoluciones pertinentes.
Mikati recordó que el premier israelí rechazó el llamado de alto al fuego de Francia y Estados Unidos, que contó con el apoyo de países árabes y europeos.
Al mismo tiempo, renovó la adhesión de Líbano a la legitimidad internacional y a la Resolución 1701, adoptada por el Consejo de Seguridad de la ONU en agosto del 2006.
En este punto, destacó el compromiso con el papel de la Unifil en el sur y su cooperación positiva con el ejército, y pidió a la comunidad internacional adoptar una postura firme para detener los ataques israelíes contra Líbano.
La Unifil denunció esta semana varios incidentes en el cuartel de Naqoura y sus posiciones en Ramyah y Labbouneh, que provocaron heridas a su personal y daños materiales a las instalaciones.
Desde el comienzo de la ofensiva terrestre «limitada» israelí a inicios de mes, la Resistencia de Líbano (Hizbulah) enfatizó que el ejército de Tel Aviv se esconde detrás de posiciones de la Unifil y en caminos no visibles.
En sus comunicados, el contingente de cascos azules recordó a todos los actores sus obligaciones de garantizar la seguridad del personal y los centros de las Naciones Unidas, incluida la de evitar las actividades de combate cerca de las ubicaciones de la Unifil.
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