Nacido en La Habana en 1953, el creador estudió en el Instituto Superior de Diseño de esa ciudad y se estableció en esta nación sudamericana en 1996, donde incursionó también en la joyería artística.
En 2003 comenzó a impartir clases de dibujo, pintura y escultura y en 2007 abrió su taller, donde forma a los amantes de esas manifestaciones. También trabajó en el Centro Cultural del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
En octubre pasado, fue el curador de la muestra Con Cuba en la mirada, concebida para celebrar las tradiciones y costumbres de la isla y sus lazos con Argentina.
En declaraciones a Prensa Latina, Mourelle afirmó en ese entonces que se trataba de un proyecto soñado desde hacía tiempo, basado «en la unión entre creadores de pueblos hermanados a lo largo de la historia”.
En esa oportunidad, presentó sus esculturas Armonía para dos y Cimarrón. Esa última pieza la estuve pensando durante muchos años porque sentí la necesidad de hacer un homenaje a los negros esclavos que fueron llevados por la fuerza por los colonizadores a Cuba y sufrieron numerosas penurias, explicó.
La boca, el pecho de mujer, el ojo y otros símbolos, representan a los mal llamados cimarrones, concepto usado para hablar de animales que huyen de sus amos y se vuelven salvajes. La estructura de madera remite al monte y dentro de él están imbricados todos los elementos. También hay un machete, el arma con que se defendían, y un perro, en referencia a la persecución y hostilidad a las que se enfrentaron, añadió.
En varias ocasiones, Mourelle señaló que prefiere trabajar la escultura y la pintura desde una óptica abstracta y se esfuerza para que sus obras tengan un vínculo con las personas a través del mensaje que transmiten.
Además, aseguró que nunca se olvida de Cuba y se inspira en la historia de esa nación, en las canciones del trovador Silvio Rodríguez, el mundo espiritual-religioso, en hechos específicos de la vida humana y en sus propios sentimientos.
Es el autor de una réplica única de Elpidio Valdés, hecha en madera, la cual fue enviada al caricaturista y realizador Juan Padrón (1947-2020) como reconocimiento a su trayectoria y a su popular personaje.
Durante la pandemia de Covid-19, Mourelle creó el Simposio Internacional Virtual de Pintura y Escultura, en el cual participaron 52 artistas de 13 países que mostraron sus procesos creativos por un período de ocho días.
En este año se celebrará su quinta edición.
Mourelle participó en más de 20 eventos internacionales y sus obras forman parte del patrimonio público o colecciones privadas de Chile, Argentina, México, Italia y España, entre otros.
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